jueves, 22 de octubre de 2009

Sin él, soy un montón de cosas, menos yo.


Creo que nunca hablé de él; de mi mejor amigo. Y a veces, es más que necesario demostrarle al mundo que hay amigos sin fines de lucro, y con un corazón enorme.

Gracias a la vida, nos encontramos la primera vez en un movimiento en el que íbamos todos los sábados allá en Punta Alta (donde vivía antes); ahí nos conocimos, pero, como todo, pasamos desapercibidos. En el cumpleaños de “alguien” nos conocimos más, o por lo menos, entablamos una conversación aparte del “hola” habitual.

Con el tiempo construimos esto que tenemos hoy; la amistad típica de “la vieja escuela”; dónde nos confiamos con punto y coma cada cosa que nos pasa, y dónde buscamos que la otra persona esté bien en todo sentido. Y eso, no es algo que se da en todas las amistades. Como le dije una vez; simplemente, con saber que él está bien, me hace bien.

Tenemos esa empatía como quien dice.

Y, a pesar de que la distancia, hoy nos impide vivir muchas cosas juntos; cosas que me encantaría compartir con él, NADA pero absolutamente NADA cambió. Esa confianza que le tengo no se perdió JAMÁS. Esa necesidad de contarle todo con puntos y comas, la certeza de que él está (y eso verdaderamente importa), y de que yo estoy, incondicionalmente (esta última palabra no se usa tanto, pero, me doy el lujo de escribirla, y con la certeza de que siempre voy a estar para cuando él me necesite; sin límites de tiempo ni lugar). Es un SIEMPRE infinito.

Me acuerdo que siempre le decía, y siempre nos decíamos, que nos veíamos a los 70 años, caminando por ahí, contándonos de nuestra familia, de nuestros nietos; hablando de la vida .. Y recordando cada momento vivido; cada momento feliz vivido, porque es eso lo que tenemos:recuerdos de FELICIDAD, recuerdos que no voy a olvidar jamás

Nadie me conoce mejor que él; y eso, es una gran garantía de todo lo que les puedo decir.

A vos, que sé que estás leyendo esto porque, lógicamente mi colgado de la vida, no lo vas a leer a menos que te lo pase, sabés que :

  • te amo con todo mi corazón
  • Sos una personita MUY importante para mí (y no exagero)
  • Quiero lo mejor para vos, porque te lo merecés por la hermosa persona que sos;
  • Te agradezco cada segundo de tu vida que me brindás ;
  • Daría mi vida porque seas muy felíz;
  • Soy muy feliz y muy afortunada de tenerte en mi vida
  • Sé que vas a poder superar cada obstáculo de la vida, porqué soy fiel a lo que me dijeron una vez: “a las personas buenas les pasan cosas buenas”.
  • Gracias por ser como sos;
  • Gracias por tus consejos, la confianza, la sinceridad, las palabras a tiempo, esa fuerza que me das desde lejos, aún sabiendo lo poco cuerda que es tu amiga.

Por todo eso y mucho más un gracias desde lo profundo de mi corazón.

Porque esta amistad es lo más verdadero que conocí en mis 17 años, y porque vos y yo amigo, jamás nos vamos a alejar a pesar del rumbo que tome nuestra vida.

Sin más palabras, sólo los mejores sentimientos para con vos. Un beso enorme, y ya sabés

Acá estoy, para vos.

1 comentario:

  1. Yo solía un mejor amigo, y hasta un hermano, pero por cosas de la vida ya no hablamos, aunque por lo menos yo me sigo interesando y preguntando por él. Te envidio sabelo!

    ResponderEliminar