lunes, 7 de diciembre de 2009

Hoy se me dio por pensar en aquellas personas en las que ya no pienso. Qué loco no? Demasiado para mi gusto, pero, llegué a una conclusión; Me puse un caparazón para ponerle justamente un límite a todo, (o por lo menos trato) . Límites a lo que siento, a lo que pienso, a lo que digo ( y a lo que digo sin pensar también ), límites al propio amor, límites a la confianza, al extrañar a esa persona que tenía siempre en mi cabeza . A este último límite se lo puso sólo la decepción y la bronca , quizás. No sé si bronca, pero si mucho resentimiento. Eso es aún más loco, más que nada porque no te proponés resentir tus sentimientos a la personas que amaste ( o que amas todavía en menor medida, porque, ese límite es complicado de ponerlo aunque todo lo que haga y diga te duela; es amor viste.) ..

En definitiva, es innecesario estar mal por las personas que no valen la pena, pero, el problema es cuando esas personas significaron algo en tu vida. Si, te decepcionás, pero, no es fácil decir que lo que escribiste con la mano, lo borrás con el codo. Hay cosas que quedan, y en ciertos momentos, así como te gana la bronca, también te ganan los recuerdos; y es ahí, dónde no sabés a qué cosa le querés poner un límite. Y, la pregunta, sería: ¿ Cómo hacer para evitar lo inevitable ?

2 comentarios:

  1. No hay limites para los sentimientos.. Sólo el tiempo te va a poder ayudar.. Aunque con migo no lo funcionó. Pero mayormente es así.
    (:

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  2. ,me esta apsando lo qeu describis en este moemnto.
    muy lindo blog, te sigo :) seguime

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